Introducción

La fiebre es una temperatura corporal anormalmente alta. La temperatura corporal normal de un gato o un perro está entre 37,8 y 39,2 °C. Se considera que un gato o un perro tiene fiebre verdadera si su temperatura corporal es superior a 39,5 °C.

Cuándo acudir al veterinario:

Si su mascota tiene una temperatura entre 39,2 y 40,3 °C, consulte a su veterinario. Para temperaturas superiores a 40,3 °C, busque atención veterinaria inmediata.

Síntomas

Lo primero que notará en un animal con fiebre es un decaimiento en su estado de ánimo general. Se encontrará menos activo y tendrá menos apetito. Dado que la temperatura corporal de un gato o un perro es más alta que la de un ser humano, es posible que tocar la frente o la piel no le indique si su mascota tiene fiebre. Desde luego el aspecto de la nariz (seca o húmeda) no es fiable para nada a la hora de valorar el estado febril de un animal. La única manera de determinar si tu mascota tiene fiebre es tomándole la temperatura.

Puede tomar la temperatura corporal en casa usando un termómetro rectal estándar. El termómetro debe lubricarse con vaselina e insertarse suavemente en el recto un par de centímetros. El termómetro debe dejarse insertado durante un minuto o hasta que avise, si es electrónico, antes de leer la temperatura.

Además de la temperatura corporal alta, la fiebre también puede ir acompañada de escalofríos cuando el cuerpo intenta producir calor a través de las contracciones musculares.

Posibles causas

Hay muchas razones por las que su mascota puede desarrollar fiebre, incluidas infecciones, enfermedades autoinmunes, reacciones alérgicas, ingestión de toxinas, reacciones a ciertos medicamentos, vacunas o cáncer. Aquí hay algunas causas potenciales:

  • Cáncer o Tumor Una fiebre continua sin una causa obvia puede deberse a un cáncer no detectado, como una leucemia o un linfoma. El cáncer es una enfermedad en la que crecen y se reproducen células anormales, a menudo en una masa llamada tumor. Estas células anormales tienen la capacidad de propagarse a los tejidos circundantes u otras áreas del cuerpo.
  • Coccidioidomicosis (Fiebre del Valle) La coccidioidomicosis (también conocida como Fiebre del Valle) es un tipo de infección fúngica causada por la inhalación del hongo Coccidioides immitis en perros. La Fiebre del Valle es principalmente una enfermedad respiratoria, pero la infección puede propagarse por todo el cuerpo, como los ojos, las articulaciones y los huesos, lo que provoca tos crónica, pérdida de apetito, cojera, articulaciones agrandadas, fiebre y diarrea.
  • Moquillo canino El moquillo canino es una enfermedad viral contagiosa que tiene una amplia gama de signos clínicos, que incluyen fiebre, secreción nasal, ojos rojos, vómitos, diarrea e inflamación de los pulmones y el cerebro. El virus puede infectar a una variedad de especies, incluidos perros, zorros, mapaches y mofetas.
  • Meningitis Meningitis se refiere a la inflamación de la membrana que cubre el cerebro y la médula espinal. También se puede ver simultáneamente con la inflamación del propio cerebro (encefalitis). La meningitis es el resultado de una infección, generalmente por un virus, protozoos u hongos. Los signos comunes de meningitis son fiebre, dolor de cuello, rigidez en el cuello y espasmos musculares.
  • Peritonitis infecciosa felina (FIP) La peritonitis infecciosa felina (FIP) es una enfermedad infecciosa y, a menudo, mortal en los gatos causada por un coronavirus, aunque solo unos pocos gatos desarrollarán la forma grave de la enfermedad. Varios órganos pueden verse afectados por la enfermedad, incluidos el hígado, los riñones, el páncreas, el sistema nervioso central y los ojos. Dependiendo de los órganos afectados, un gato puede mostrar signos como acumulación de líquido en el abdomen, dificultad para respirar, fiebre crónica, pérdida de apetito, pérdida de peso y depresión.
  • Virus de la leucemia felina (FeLV) El virus de la leucemia felina (FeLV) es una infección viral que ataca el sistema inmunitario del gato y debilita su capacidad para combatir otras infecciones.
  • Panleucopenia felina La panleucopenia felina es una enfermedad muy contagiosa y, a menudo, mortal en los gatos que provoca un recuento anormalmente bajo de glóbulos blancos.
  • Infección o absceso Una infección o absceso en una parte del cuerpo, como los oídos, la boca o la piel, puede provocar fiebre.
  • Leptospirosis La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Leptospira , que se excreta a través de la orina. El contacto directo con la orina infectada u otras fuentes contaminadas, como el suelo o el agua, puede provocar una infección.
  • Enfermedad de Lyme La enfermedad de Lyme es causada por la transmisión de la bacteria Borrelia burgdorferi a través de la picadura de una garrapata. Los signos más comunes de la enfermedad de Lyme en los perros incluyen fiebre, pérdida de apetito, articulaciones hinchadas, cojera, ganglios linfáticos inflamados y letargo.
  • Mastitis Mastitis se refiere a la inflamación de las glándulas mamarias, que producen leche. Esta condición a menudo es causada por una infección bacteriana después de que un animal ha dado a luz.
  • Pancreatitis La pancreatitis se refiere a la inflamación del páncreas.
  • Parvovirus  canino El parvovirus canino es una enfermedad viral altamente contagiosa y potencialmente fatal que afecta el tracto gastrointestinal y la médula ósea, provocando diarrea severa y un recuento bajo de glóbulos blancos.
  • Neumonía La neumonía se refiere a la inflamación de los pulmones, que puede ser causada por una infección bacteriana o viral.
  • Pielonefritis La pielonefritis es una infección bacteriana de los riñones.
  • Piometra La piometra es una infección bacteriana del útero debido a cambios hormonales en hembras no esterilizadas.
  • Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas (Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas) La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es causada por la bacteria Rickettsia rickettsii que se transmite a través de las picaduras de garrapatas infectadas. Los primeros signos de infección en perros son fiebre, pérdida de apetito, ganglios linfáticos agrandados, inflamación de las articulaciones, tos, dificultad para respirar, dolor abdominal, vómitos y diarrea.
  • Ingestión de toxinas
  • Infección del tracto urinario (ITU) Una infección del tracto urinario (ITU) puede provocar fiebre.
  • Vacuna reciente Es frecuente que, tras una vacuna, pueda aparecer un estado febril de intensidad leve y duración corta

Diagnóstico

La única manera de determinar si una mascota tiene fiebre es tomándole la temperatura. Se considera que un gato o un perro tiene fiebre verdadera si su temperatura corporal supera los 39,5 °C.

Como las fiebres suelen ser el resultado de una infección subyacente, su veterinario puede diagnosticar a su mascota evaluando su historial médico, realizando un examen físico completo y solicitando pruebas como una radiografía, un análisis de orina o un análisis de sangre.

Una fiebre se conoce como fiebre de origen desconocido si no se puede determinar la causa subyacente. Es posible que se requieran pruebas especializadas, como análisis de sangre adicionales, pruebas para enfermedades infecciosas específicas, pruebas de fluidos articulares, ecografías, biopsias, cultivos de fluidos corporales, radiografías, tomografías computerizadas, resonancias magnéticas o cirugía exploratoria.

Tratamiento

El control exitoso de la fiebre requiere el tratamiento de la afección o enfermedad subyacente. Como las fiebres suelen ser el resultado de una infección subyacente, las fiebres causadas por infecciones bacterianas generalmente se pueden tratar con antibióticos, mientras que las fiebres causadas por infecciones virales se pueden tratar con medicamentos antivirales.

Prevención

Hay medidas que los dueños de mascotas pueden tomar para proteger a sus mascotas contra las enfermedades infecciosas que causan fiebre. Por ejemplo, conviene asegurarse de que el animal esté al día con las vacunas requeridas. Si ya hay una infección presente, un veterinario puede recetar antibióticos u otros medicamentos para evitar que la infección se desarrolle más.

Disclaimer

La información contenida en este blog tiene un propósito meramente divulgativo y nunca debe tomarse como consejo veterinario ni sustituye a una consulta veterinaria. Clínica veterinaria Noreña declina toda responsabilidad ante el uso indebido de la información expresada en este blog. Si un animal presenta síntomas de enfermedad o sospecha de cualquier padecimiento, acuda a su centro veterinario de confianza lo antes posible para una correcta valoración facultativa.