Introducción

La parvovirosis es la enfermedad causada pr el parvovirus canino. Se trata de una enfermedad altamente contagiosa y potencialmente mortal que ocurre con mayor frecuencia en cachorros o perros adultos que no han sido vacunados contra el parvovirus. El virus afecta las células que se dividen rápidamente en el tracto gastrointestinal y la médula ósea de un perro. El impacto de la infección en el perro es una diarrea severa y un recuento de glóbulos blancos peligrosamente bajo.

El parvovirus se transmite a través del contacto directo de perro a perro o el contacto con heces, entornos, objetos o personas contaminados con virus. El virus puede sobrevivir en el medio ambiente durante largos períodos de tiempo y es resistente al calor, el frío, la humedad y la desecación. Incluso pequeñas cantidades de heces de un perro infectado pueden albergar el virus e infectar a otros perros. El virus está presente en las heces hasta tres semanas después de la infección y los perros recuperados pueden servir como portadores.

El parvovirus puede existir en un ambiente durante muchos meses, pero se puede inactivar limpiándolo a fondo con una solución de lejía diluida (1 parte de lejía por 30 partes de agua).

El clima cálido, las temperaturas bajo cero, la nieve y la lluvia NO inactivan este virus.

Factores de riesgo

Los perros jóvenes, no vacunados o vacunados de forma incompleta son los más susceptibles. Cualquier raza de perro puede contraer la enfermedad, pero el riesgo es mayor entre las siguientes razas:

  • Pit bull terrier americano
  • Pinscher Dóberman
  • Springer spaniel inglés
  • pastor alemán
  • Rottweiler

Síntomas

Los signos comunes del parvovirus incluyen:

Si su cachorro o perro muestra alguno de estos signos, debe comunicarse con su veterinario de inmediato. La mayoría de las muertes por parvovirus ocurren dentro de las 48 a 72 horas posteriores al inicio de los signos clínicos.

Diagnóstico

La infección por parvovirus a menudo se sospecha según el historial de vacunación del perro, el examen físico y las pruebas de laboratorio. En los perros infectados, un hemograma completo mostrará un recuento de glóbulos blancos muy bajo. Una prueba rápida en la clínica realizada en una muestra fecal puede confirmar el diagnóstico.

Test de parvovirosis
Test de parvovirosis con resultado positivo

Tratamiento

Ningún medicamento específico matará el virus en perros infectados. Casi todos los perros con infección por parvovirus requieren hospitalización. El tratamiento para la infección por parvovirus incluye la corrección de la deshidratación, el control de las náuseas, los vómitos y el dolor hasta que el sistema inmunitario del perro pueda combatir la infección. Debido a que el recuento bajo de glóbulos blancos deja al perro expuesto a infecciones secundarias, la terapia con antibióticos es un componente esencial del tratamiento. La comida se retiene mientras el perro esté vomitando y si el vómito persiste, puede ser necesaria la alimentación intravenosa. Con un tratamiento intensivo, las tasas de supervivencia pueden acercarse al 90%.

Prevención

La vacunación es fundamental para prevenir la infección por parvovirus. Los cachorros jóvenes son muy susceptibles a las infecciones porque la inmunidad proporcionada por la leche de sus madres puede desaparecer antes de que el propio sistema inmunológico del cachorro esté lo suficientemente maduro para combatir las infecciones. Si un cachorro está expuesto al parvovirus canino durante este período de pausa, puede infectarse. Una serie de tres o cuatro vacunas contra el parvovirus, seguidas de refuerzos anuales, son necesarias para garantizar que un perro esté protegido.

Independientemente de cuántas dosis hayan recibido previamente, los cachorros deben recibir una dosis de la vacuna contra el parvovirus entre las 14 y las 16 semanas de edad. Hasta que un cachorro haya recibido su serie completa de vacunas, los propietarios deben evitar llevar a su mascota a lugares donde se congregan otros perros (por ejemplo, tiendas de mascotas, parques para perros, clases de cachorros, guarderías para perros, perreras o salones de belleza) debido al riesgo de exposición al parvovirus. es alto.

La higiene es esencial para detener la propagación del parvovirus. Dado que el virus es altamente contagioso, es necesario aislar a los perros infectados para minimizar la propagación. La limpieza y desinfección adecuadas de las perreras contaminadas y otras áreas donde han estado perros infectados es fundamental.

El parvovirus puede existir en el medio ambiente durante muchos meses después de que un perro infectado se haya recuperado, pero se puede inactivar limpiándolo a fondo con una solución de lejía diluida (1 parte de lejía por 30 partes de agua).

El clima cálido, las temperaturas bajo cero, la nieve y la lluvia NO inactivan este virus.

Disclaimer

La información contenida en este blog tiene un propósito meramente divulgativo y nunca debe tomarse como consejo veterinario ni sustituye a una consulta veterinaria. Clínica veterinaria Noreña declina toda responsabilidad ante el uso indebido de la información expresada en este blog. Si un animal presenta síntomas de enfermedad o sospecha de cualquier padecimiento, acuda a su centro veterinario de confianza lo antes posible para una correcta valoración facultativa.