Introducción
La piometra es una infección bacteriana grave del útero que ocurre con mayor frecuencia en perras y gatas mayores no esterilizadas. La bacteria más común identificada en la piometra es E. coli , que generalmente se origina en las heces y asciende a través de la vagina hacia el útero. La infección tiende a ocurrir alrededor de 6-8 semanas después de que la perra o gata haya estado en celo. Si no se reconoce ni se trata, la piometra puede provocar una infección sistémica o sepsis.
La piometra a menudo se describe como «abierta» o «cerrada». En la piometra «abierta», el cuello uterino (la parte del útero que se conecta con la vagina) está abierto, lo que permite que el líquido que se forma en el útero debido a la infección se drene fuera del cuerpo a través de la vagina.
En la piometra “cerrada”, donde el cuello uterino está cerrado, el líquido del útero no puede drenar a través de la vagina. En cambio, se acumula, estirando las paredes uterinas y causando potencialmente la ruptura del útero. Si esto ocurre, la infección puede extenderse por todo el abdomen y provocar un shock y, potencialmente, la muerte.
Factores de riesgo
La afección es más común en perras mayores que no han sido esterilizadas y que nunca han tenido una camada, pero puede ocurrir en cualquier perra o gata que no haya sido esterilizada. Alrededor del 25% de las perras no esterilizadas desarrollarán piometra antes de los 10 años.
Las gatas desarrollan piometra con mucha menos frecuencia que las perras. En un estudio de Suecia, los gatos Sphynx, Siberiano, Ocicat, Korat, Siamés, Ragdoll, Maine Coon y Bengalí tenían un mayor riesgo de desarrollar piometra que otros gatos.
Síntomas
Al principio de la evolución de la piometra, es posible que no haya signos clínicos. A medida que la infección empeora, los signos pueden incluir:
- Letargo
- Falta de apetito
- Vómitos
- Diarrea
- Sed excesiva
- Micción frecuente
- Flujo vaginal blanco o con sangre
- Los gatos pueden mostrar signos clínicos mínimos
Diagnóstico
A menudo se sospecha piometra en cualquier hembra enferma, no esterilizada, que tenga flujo vaginal y haya estado en celo recientemente y muestre los signos clínicos mencionados anteriormente. Es probable que su veterinario le recomiende un análisis de sangre y una radiografía abdominal o una ecografía. Si su mascota tiene flujo vaginal, su veterinario puede examinar el flujo al microscopio para detectar signos de infección.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, es necesaria una cirugía de emergencia para extirpar el útero. Las mascotas con piometra a menudo están deshidratadas, febriles y pueden tener niveles bajos de azúcar en la sangre que deben corregirse antes de la cirugía. En la preparación para la cirugía, se pueden administrar líquidos intravenosos, antibióticos y glucosa. Si el animal se recupera de la cirugía, se espera que viva una vida normal.
Prevención
La mejor manera de prevenir la piometra es esterilizar a su mascota. La esterilización elimina la estimulación hormonal que causa los ciclos de celo y los cambios uterinos que permiten que ocurra la piometra.
Disclaimer
La información contenida en este blog tiene un propósito meramente divulgativo y nunca debe tomarse como consejo veterinario ni sustituye a una consulta veterinaria. Clínica veterinaria Noreña declina toda responsabilidad ante el uso indebido de la información expresada en este blog. Si un animal presenta síntomas de enfermedad o sospecha de cualquier padecimiento, acuda a su centro veterinario de confianza lo antes posible para una correcta valoración facultativa.